¡Hola a todos!

Mi nombre es Marian y soy española. Si han pasado por mi blog, seguramente también son amantes de las aventuras y los viajes. Me alegra tenerlos aquí y me llena de orgullo que disfruten de mis historias y mis travesías por el mundo.

Comencé a viajar desde muy joven y llevo recorriendo el mundo durante 17 años. He visitado todos los continentes, y aunque pueda resultar difícil de creer, lo he logrado sin disponer de muchos recursos ni provenir de una familia acomodada. Soy de una familia humilde, con ingresos suficientes para vivir dignamente, pero sin lujos.

Entonces, ¿se preguntarán cómo lo he logrado?

Durante mi infancia, aunque deseaba viajar, solía estar castigada en casa por no sacar buenas notas. Este tiempo en confinamiento fue una constante durante mis primeros años.

Se dice que tales experiencias podrían haberme convertido en una persona poco aventurera y poco sociable. Sin embargo, fue todo lo contrario. Al crecer y ganar independencia, comencé a explorar el mundo.

Desde pequeña siempre soñé con una vida diferente, especialmente cerca del mar. Las visitas a la playa con mis padres eran momentos de gran felicidad para mis hermanos y para mí. Para mí, el mar representa libertad y también salud. El mar siempre ha tenido un efecto curativo para mí; físicamente sanaba nuestras heridas y creía que también tenía poderes curativos para otras dolencias.

Siempre quise viajar, incluso cuando pasaba horas castigada en mi habitación, soñaba con el día en que podría hacerlo. Aunque nunca imaginé que algún día dejaría España, había momentos en los que pensaba que estaría más feliz lejos de todo, pero cerca del mar en algún rincón de España.

Los años pasaron y no fue hasta los 23 años que finalmente reuní el coraje para empacar mis maletas y marcharme, pero no a la playa como había imaginado, sino a Irlanda.

Unos meses antes, viajé a Barcelona con mis amigas, mi primer vuelo en avión. Fue entonces cuando decidí aprender inglés. Ese viaje marcó un cambio en mi vida, y a partir de entonces, vinieron muchos más. Mi deseo era convertirme en azafata de vuelo después de ver el glamour de las azafatas en el vuelo de Madrid a Barcelona.

Sabiendo que necesitaba inglés para lograrlo y sin recursos para pagar una buena escuela en España, decidí ir a Dublín, Irlanda.

Así comenzó mi gran aventura: seis años en Dublín, seguidos por períodos en Edimburgo y tres meses en Malta. Trabajando y ahorrando dinero, cambiaba de país cuando me aburría del lugar, pero de alguna manera siempre volvía a Dublín. Parecía destino, ya que Dublín me abrió las puertas para cumplir mis sueños, incluido el trabajo con una de las mejores compañías del mundo, Emirates, después de seis años.

Pero Emirates no fue la razón por la cual conocí medio mundo. No hay una razón única, fueron muchas circunstancias y personas las que me acompañaron en mi viaje por cincuenta países. Cincuenta países, proveniente de una familia modesta. ¿Quién lo habría imaginado?

Hoy, miro hacia atrás y todavía me cuesta creerlo, pero es mi realidad.

Por todo esto, decidí empezar un blog para compartir mis experiencias, los países que más me han gustado y sus diversas culturas y tradiciones.

Vivimos en un lugar maravilloso y creo que cada uno de nosotros debería visitar al menos un lugar nuevo cada año, un lugar donde nunca hayamos estado antes. Hoy en día, no puedo imaginarme dejando de viajar; viajar es vivir para mí. Lo necesito para alimentar mi alma, que siempre espera el próximo destino. Necesito estar rodeada de personas de diferentes lugares, que hablen otros idiomas y tengan diferentes perspectivas de vida.

Si no puedo tener todo eso, mi felicidad se ve comprometida, porque para las almas viajeras, viajar es vida.

¡Para las almas viajeras, viajar es vivir!